11 Mandan a sus hijos a que salgan a jugar, como ovejas. Sus hijos disfrutan jugando.
12 »La gente mala toca el tambor y la lira, y celebran al sonido de la música.
13 Disfrutan de prosperidad y alegría toda su vida. Luego descienden tranquilamente al lugar de los muertos.
14 Le dicen a Dios: “¡Aléjate de nosotros! No queremos seguir tus caminos.
15 ¿Qué es el Todopoderoso para que tengamos que rendirle culto? ¿Qué ganamos si le oramos a él?”
16 Ellos creen que su prosperidad depende de ellos, pero yo no pienso así.
17 »Pero, ¿con qué frecuencia se apaga la lámpara de los malos? ¿Qué tantas calamidades sufren ellos? ¿Cuándo se enoja Dios con ellos y los castiga?