8 Que la maldigan los que maldicen el día y los expertos en despertar a Leviatán.
9 Que no brillen las estrellas de esa mañana, que esa noche espere ansiosa la llegada de la luz, pero que no haya luz.
10 Que le caigan todas las maldiciones a esa noche, porque no cerró el vientre de mi mamá y no ocultó de mis ojos el desastre.
11 »¿Por qué no morí yo en el vientre o al salir de él?
12 ¿Por qué hubo rodillas para recibirme y pechos para amamantarme?
13 Si mi madre no me hubiera dado a luz, estaría durmiendo ahora, sin ser molestado, descansando.
14 Estaría con los reyes y los sabios de la tierra que construyeron las pirámides.