10 entonces que mi esposa cocine para otro hombre, y que otros hombres se acuesten con ella.
11 Pues lo primero sería una vergüenza; y lo segundo, un crimen digno de castigo.
12 Porque tal maldad es un fuego que todo consume. Destruiría de raíz toda mi producción.
13 »Si rehusé impartir justicia a mis esclavos y esclavas cuando me traían alguna queja,
14 ¿qué haré entonces cuando deba enfrentar a Dios? ¿Con qué le salgo a Dios cuando me pida explicaciones?
15 El mismo Dios que me creó a mí en el vientre de mi madre, los creó a ellos. A todos nos dio la vida desde antes de nacer.
16 »Nunca me he negado a ayudar a los pobres ni he dejado que las viudas pasen hambre.