6 Por eso me retracto de lo que he dicho y te pido perdón en polvo y ceniza».
7 Una vez que el SEÑOR terminó de hablarle a Job, el SEÑOR se dirigió a Elifaz de Temán: «Estoy muy enojado contigo y tus dos compañeros, porque ustedes no hablaron lo que es correcto acerca de mí, cosa que Job sí hizo.
8 Así que ahora tomen siete toros y siete carneros, y llévenselos a mi siervo Job. Ofrézcanlos por ustedes como sacrificio que debe quemarse completamente. Mi siervo Job orará por ustedes. Yo escucharé a Job y no trataré directamente con ustedes porque no hablaron lo que es verdad acerca de mí, en cambio mi siervo Job sí lo hizo».
9 Entonces Elifaz de Temán, Bildad de Súah y Zofar de Namat obedecieron al SEÑOR. Y el SEÑOR respondió la oración de Job.
10 Y el SEÑOR le restauró a Job su fortuna cuando él oró pidiendo por sus amigos. El SEÑOR le dio dos veces más de lo que tenía antes.
11 Entonces todos sus hermanos y hermanas, y toda la gente que lo había conocido desde antes, lo visitaron y comieron con él en su casa. Todos ellos compartieron su dolor y lo consolaron por todo el mal que el SEÑOR lo había dejado sufrir. Cada uno le llevó a Job una moneda de plata y un anillo de oro.
12 El SEÑOR bendijo la última parte de la vida de Job más que la primera. Job recibió catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil burras.