21 Ustedes no pueden beber de la copa del Señor y, a la vez, de la copa de los demonios. No pueden compartir de la mesa del Señor y, a la vez, de la mesa de los demonios.
22 ¿Acaso queremos provocar los celos del Señor? No somos más fuertes que él, ¿verdad?
23 Se dice: «Todo está permitido», pero no todo es bueno. «Todo está permitido», pero no todo es beneficioso.
24 Que nadie busque su provecho personal, sino el beneficio de los demás.
25 Coman cualquier carne que se venda en la carnicería, sin preguntar si se debe comer o no.
26 Pues «la tierra, y todo lo que hay en ella, pertenece al Señor».
27 Si alguien que no cree en Cristo los invita a comer y ustedes deciden ir, coman de todo lo que les den, sin preguntar si se debe comer o no.