17 Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿cómo podría oír? Si todo el cuerpo fuera oído, ¿cómo podría oler?
18 Dios puso todas y cada una de las partes del cuerpo como él quiso.
19 Si todas las partes fueran la misma, entonces no sería cuerpo.
20 Por eso hay muchas partes, pero un solo cuerpo.
21 El ojo no puede decirle a la mano: «No te necesito». Tampoco la cabeza puede decirle a los pies: «No los necesito».
22 Al contrario, todas las partes del cuerpo, hasta las más sencillas, son muy importantes y necesarias.
23 Y las partes del cuerpo que menos apreciamos, son las que tratamos con más cuidado. Las partes que no queremos mostrar son las que tratamos con más modestia.