13 Así que, el que habla en lenguas, debe orar para que también pueda interpretar lo que dice.
14 Pues si yo oro en lenguas, mi espíritu ora pero mi mente no entiende nada.
15 Entonces, ¿qué puedo hacer? Oraré no sólo con el espíritu, sino también con el entendimiento, y cantaré no sólo con el espíritu sino también con el entendimiento.
16 Porque si alabas a Dios sólo con el espíritu, ¿qué harán los que no entienden? Cuando des gracias no podrán decir «Así sea» porque no entienden lo que dices.
17 Puedes agradecer muy bien, pero eso no fortalece a los demás.
18 Doy gracias a Dios porque hablo en lenguas más que cualquiera de ustedes.
19 Pero en las reuniones de la iglesia prefiero decir cinco palabras que se entiendan y que instruyan a los demás, que diez mil palabras en un idioma que nadie sabe.