2 Hoy mismo, cuando te separes de mí, encontrarás junto a la tumba de Raquel, en territorio de Benjamín, en Selsaj, a dos hombres que te dirán: “Han aparecido las asnas que saliste a buscar; pero ahora tu padre, que se ha olvidado del asunto de las asnas, está preocupado por vosotros y preguntándose qué podría hacer por su hijo”.
3 Sigue adelante y cuando llegues a la encina del Tabor, te saldrán al encuentro tres hombres que suben a Betel a dar culto a Dios, uno con tres cabritos, otro con tres panes y el otro con un pellejo de vino.
4 Ellos te saludarán, te ofrecerán dos panes y tú se los aceptarás.
5 Luego llegarás a Guibeá de Dios donde está el destacamento filisteo y, al entrar en la ciudad, te tropezarás con un grupo de profetas* que bajan del santuario en trance profético, precedidos de arpas, tambores, flautas y cítaras.
6 Entonces te invadirá el espíritu de Dios que te transformará en otra persona, y profetizarás con ellos.
7 Cuando te hayan ocurrido estas señales, actúa como quieras, porque Dios está contigo.
8 Luego desciende a Guilgal antes de que yo lo haga, pues también yo bajaré contigo para ofrecer holocaustos y sacrificios de comunión. Espera siete días hasta que me reúna contigo y te indique lo que tienes que hacer.