14 Pero él no quiso escucharla y, como era más fuerte, la forzó y se acostó con ella.
15 Luego Amnón la odió profundamente y el odio que sintió hacia ella fue aún mayor que el amor con que la había amado. Entonces Amnón le ordenó:— Levántate y vete.
16 Ella le dijo:— No, que echarme ahora sería un daño mucho mayor que el que acabas de hacerme.Pero él no quiso escucharla,
17 llamó a su criado y le ordenó:— ¡Échame a esta de aquí y ciérrale la puerta!
18 El criado la sacó fuera y le cerró la puerta. Ella llevaba una túnica con mangas, tal y como vestían las princesas que eran vírgenes.
19 Entonces Tamar se echó tierra en la cabeza, rasgó la túnica que llevaba puesta y se marchó dando gritos con las manos sobre la cabeza.
20 Su hermano Absalón le preguntó:— ¿Ha estado contigo tu hermano Amnón? Pues entonces cállate, que es tu hermano, y no te preocupes por este asunto.Entonces Tamar, desolada, se quedó en casa de su hermano Absalón.