5 Pero Absalón dijo:— Llamad también a Jusay, el arquita, para que oigamos igualmente su opinión.
6 Cuando Jusay llegó ante Absalón, este le dijo:— Esto es lo que nos ha propuesto Ajitófel. ¿Debemos hacer lo que él dice? Si no, haz tu propuesta.
7 Jusay le respondió:— Por esta vez no es acertado el consejo que ha dado Ajitófel.
8 Y añadió:— Tú sabes bien que tu padre y sus hombres son unos valientes y que ahora estarán enfurecidos, como una osa privada de sus crías en el campo. Tu padre es un hombre ducho en la guerra y no pasará la noche con la tropa.
9 Seguramente ahora estará escondido en alguna cueva o en algún otro lugar. Si en las primeras escaramuzas tenemos bajas, se correrá la noticia de que ha habido pérdidas entre los seguidores de Absalón,
10 y entonces hasta los más valientes, aunque sean fieros como leones, se acobardarán. Porque todo Israel sabe que tu padre es un valiente y los que lo acompañan, unos aguerridos.
11 Por eso, yo aconsejo que se reúnan contigo todos los israelitas desde Dan hasta Berseba, tan numerosos como la arena de las playas, y que tú personalmente los lleves al combate.