5 Amasá fue a convocar a Judá, pero tardó más tiempo del previsto.
6 Entonces David dijo a Abisay:— Ahora Sebá, el hijo de Bicrí, nos puede hacer más daño que Absalón. Sal con los hombres de tu señor a perseguirlo, antes de que llegue a las ciudades fortificadas y se nos escape.
7 Abisay partió de Jerusalén al frente de los hombres de Joab, los quereteos, los peleteos y todos los valientes y salieron en persecución de Sebá, el hijo de Bicrí.
8 Cuando estaban junto a la piedra grande que hay en Gabaón, se encontraron con Amasá. Joab llevaba sobre su vestimenta un cinturón con una espada envainada, atada al muslo. La espada se le salió y cayó.
9 Joab saludó a Amasá:— ¿Estás bien, hermano?Luego lo agarró de la barba con su mano derecha para besarlo.
10 Pero Amasá no reparó en la espada que Joab llevaba en la otra mano y este se la clavó en la barriga; se le salieron los intestinos a Amasá y así, de un sólo golpe, murió. Luego Joab y su hermano Abisay reanudaron la persecución de Sebá, el hijo de Bicrí.
11 Uno de los soldados de Joab se quedó junto a Amasá y gritó:— ¡El que esté con Joab y David, que siga a Joab!