7 Después llegaron a la fortaleza de Tiro y a todas las poblaciones de los jeveos y los cananeos. Finalmente se dirigieron al sur de Judá, llegando hasta Berseba.
8 Así recorrieron todo el país y, al cabo de nueve meses y veinte días, regresaron a Jerusalén.
9 Joab entregó al rey las cifras del censo de la población: en Israel había ochocientos mil guerreros, diestros con la espada; y en Judá, quinientos mil.
10 Después de haber hecho el censo de la población, a David le remordió la conciencia y dijo al Señor:— He cometido un grave delito haciendo esto. Ahora, Señor, perdona la culpa de tu siervo, pues he sido muy insensato.
11 A la mañana siguiente, cuando David se levantó, el Señor dirigió al profeta Gad, vidente de David, este mensaje:
12 — Ve a decir a David: “Esto dice el Señor: Te propongo tres castigos; elige uno de ellos y yo lo llevaré a cabo”.
13 Gad fue a ver a David y le dijo:— ¿Qué prefieres: siete años de hambre en tu territorio, tres meses de huida perseguido por tu adversario, o tres días de peste en tu territorio? Piénsatelo y decide qué debo responder a quien me ha enviado.