3 Los de Beerot huyeron a Guitáin y allí siguen como emigrantes hasta el día de hoy.
4 Por otra parte, Jonatán, el hijo de Saúl, tenía un hijo parapléjico. Tenía cinco años cuando llegó de Jezrael la noticia de la muerte de Saúl y Jonatán. La nodriza lo tomó en brazos para huir, pero con las prisas de la huida el niño cayó y quedó cojo. Se llamaba Mefibóset
5 Recab y Baaná, los hijos de Rimón de Beerot, partieron y a la hora más calurosa del día llegaron a la casa de Isbóset, que estaba durmiendo la siesta.
6 La portera se había quedado dormida, mientras limpiaba el trigo, por lo que Recab y su hermano Baaná pasaron sin ser vistos.
7 Entraron en la casa, mientras Isbóset dormía en el lecho de su habitación, lo hirieron mortalmente y lo decapitaron. Luego tomaron la cabeza y caminaron por la Arabá durante toda la noche.
8 Llevaron la cabeza de Isbaal a David, a Hebrón, y dijeron al rey:— Aquí tienes la cabeza de Isbóset, el hijo de Saúl, tu enemigo que intentó matarte. El Señor ha concedido al rey, mi señor, vengarse hoy de Saúl y de su descendencia.
9 Pero David respondió a Recab y a su hermano Baaná, hijos de Rimón de Beerot:— ¡Vive el Señor que ha salvado mi vida de todo peligro!