1 Vosotros, los ricos, llorad y gemid a la vista de las calamidades que se os van a echar encima.
2 Vuestra riqueza está podrida; vuestros vestidos están apolillados.
3 Hasta vuestro oro y vuestra plata están siendo presa de la herrumbre, que testimoniará contra vosotros y devorará vuestros cuerpos como fuego. ¿Para qué amontonáis riquezas ahora que el tiempo se acaba?
4 Mirad, el salario defraudado* a los jornaleros que cosecharon vuestros campos está clamando, y sus clamores han llegado a los oídos del Señor del universo.
5 Habéis vivido con lujo en la tierra, entregados al placer; con ello habéis engordado para el día de la matanza.
6 Habéis condenado y asesinado al inocente que ya no os opone resistencia.
7 Por vuestra parte, hermanos, esperad con paciencia la venida gloriosa del Señor. Como espera el labrador el fruto precioso de la tierra, aguardando pacientemente que lleguen las [lluvias] de otoño y primavera,