37 Así preguntarás al profeta: «¿Qué te ha respondido el Señor? ¿Qué te ha hablado el Señor?».
38 Y ahora, así dice el Señor: Si seguís empeñados en pronunciar la expresión «oráculo del Señor», siendo así que os había dado orden de que no dijeseis «oráculo del Señor»,
39 voy a levantaros en vilo y a arrojaros de mi presencia a vosotros y a esta ciudad que os di a vosotros y a vuestros antepasados.
40 Haré que seáis presa de una afrenta eterna y de una vergüenza eterna, que no se olvidarán.