13 Sí, seguro que caerá. El SEÑOR dice: ¡Yo la derribaré con una tormenta de indignación y un gran aguacero de enojo y con piedras de granizo de cólera!
14 Destruiré su pared blanqueada y caerá sobre ustedes y los aplastará. Hasta los cimientos quedarán a la vista y sabrán entonces que yo soy el SEÑOR.
15 Entonces por fin mi cólera contra la pared y contra los que la blanquearon será desahogada, y diré: Tanto la pared como sus constructores han desaparecido,
16 pues ellos eran profetas mentirosos que pretendían que Jerusalén tendría paz cuando no habría paz, dice el SEÑOR Dios.
17 »Hombre mortal, habla contra las profetisas quienes también pretenden que el SEÑOR les ha dado sus mensajes.
18 Comunícales que el SEÑOR Dios les dice: “¡Ay de estas mujeres que están engañando a mi pueblo, tanto a jóvenes como ancianos, al atar amuletos mágicos a sus muñecas y proporcionarles velos mágicos y venderles salvaguardas! Rehúsan aun ofrecer ayuda si no sacan provecho de ello. Ustedes creen vender protección a mi pueblo, pero ni ustedes se podrán proteger a sí mismas de mi castigo.
19 Por unos pocos puñados de cebada o un pedazo de pan, ¿han de apartar a mi pueblo de mí? ¡Han conducido a la muerte a aquellos que no debían morir! ¡Y han prometido vida a aquellos que no debían vivir, al mentir a mi pueblo, y cuánto lo aprecian ellos!”