1 »Y ahora, hombre mortal, toma una tablilla de arcilla y ponla delante de ti y dibuja sobre ella un mapa de la ciudad de Jerusalén.
2 Dibuja allí los terraplenes que se usarán para el sitio, los lugares de donde se lanzarán los asaltos, los campamentos enemigos a su alrededor; y también arrietes en derredor de las murallas.
3 Y coloca una plancha de hierro entre ti y la ciudad, como si fuera un muro de hierro. ¡Demuestra gráficamente cómo un ejército enemigo capturará a Jerusalén! Hay un significado especial en cada detalle de lo que te he dicho que hagas, pues es una advertencia para el pueblo de Israel.
4-5 »Ahora acuéstate sobre tu costado izquierdo durante trescientos noventa días, para mostrar que Israel será castigado por trescientos noventa años mediante cautiverio y opresión. Cada día que estés acostado allí representa un año de castigo que aguarda a Israel.
6 Después, date vuelta y acuéstate sobre tu costado derecho durante cuarenta días, para señalar los años del castigo de Judá. Cada día representará un año.
7 Mientras continúa tu demostración del sitio de Jerusalén, acuéstate allí con tu brazo arremangado (para señalar gran fuerza y poder en el ataque contra ella); esto será un gesto simbólico que profetizará su condena.
8 Y yo te ataré con cuerdas para que no puedas darte vuelta de un lado al otro hasta que hayas completado todos los días que simbolizarás el castigo para Israel y Judá.