3 Luego, el SEÑOR les volvió a hablar a través del profeta Hageo:
4 «¿Cómo es posible que ustedes vivan en casas bien hermosas, mientras mi templo permanece en ruinas?
5 Yo, que soy el SEÑOR todopoderoso, les digo: ¡Tengan mucho cuidado con lo que están haciendo!
6 Siembran mucho, pero recogen poco; comen, pero quedan con hambre; beben, pero quedan con sed; se visten, pero la ropa no los calienta; y el salario no les alcanza para nada.
7 »¡Piensen muy bien lo que están haciendo! Se los digo yo, el SEÑOR todopoderoso.
8 Suban a las montañas, traigan madera y reedifiquen mi templo. Eso me alegrará mucho y ustedes serán recompensados. Lo digo yo, el SEÑOR.
9 »Esperan mucho, pero reciben poco. Lo que logran guardar en sus casas, yo lo hago desaparecer de un soplo. ¿Por qué? Porque mi templo yace en ruinas y a ustedes nada les importa. Su única preocupación es el adorno de sus propias casas. Lo digo yo, el SEÑOR todopoderoso.