21 Derrama desprecio sobre los príncipes y debilita a los poderosos.
22 Inunda de luz las tinieblas y descubre las sombras más profundas.
23 Exalta a una nación y luego la destruye. La engrandece, y luego la reduce a la nada.
24-25 Quita el entendimiento a reyes y presidentes, y los deja errantes, perdidos y a tientas, sin luz que los guíe».