11 Mis buenos días pasaron. Mis esperanzas han desaparecido. Los anhelos de mi corazón se han deshecho.
12 Dicen que la noche es día y el día, noche; ¡cómo pervierten la verdad!
13-14 Si muero, saldré a las tinieblas y llamaré padre mío a la tumba y madre y hermana mía al gusano.
15 ¿Dónde, pues, está mi esperanza? ¿Hay quién pueda encontrarla?
16 No, mi esperanza bajará conmigo al sepulcro. ¡Juntos reposaremos en el polvo!»