1 »Si los tiempos no se esconden del Todopoderoso, ¿por qué no los perciben quienes dicen conocerlo?
2 Porque una ola de crimen nos consume: cambian los linderos de las propiedades, roban los rebaños de ovejas,
3 y hasta el burro del pobre y del huérfano roban. Para obtener un préstamo, las viudas pobres tienen que entregar en prenda lo poco que poseen.
4 A puntapiés son echados los pobres; tienen que hacerse a un lado del camino.
5 Como burros monteses en el desierto, los pobres tienen que pasarse todo el tiempo luchando para apenas mantener el alma en el cuerpo. Los mandan al desierto a buscar alimento para sus hijos.
6 Comen cuanto producto silvestre hallan y hasta tienen que buscar en las viñas de los malvados.