13 Ayudaba a quienes estaban a punto de perecer, y ellos me bendecían. Y yo ponía en el corazón de las viudas un canto de alegría.
14 ¡Todo cuanto yo hacía era justo y honorable, porque la rectitud era mi vestidura!
15 Fui ojos para el ciego y pies para el cojo.
16 Fui padre de los pobres y me encargué de que hasta a los extranjeros se les hiciera justicia.
17 Quebranté los colmillos de los impíos opresores y los obligué a soltar a sus víctimas.
18 »Yo pensaba: “Sin duda moriré en paz en mi nido, tras larga y buena vida”.
19 Pues cuanto yo hacía prosperaba. Toda la noche había rocío en mis campos y los regaba.