9 »Si he codiciado la mujer ajena,
10 ¡muera yo entonces y vaya mi esposa a parar a casa ajena, y otro hombre sea su marido!
11 Porque vergonzoso pecado es la lujuria; crimen que debe castigarse.
12 Es fuego devastador que nos consume y nos lanza al infierno, y arrancaría de raíz cuanto yo he plantado.
13 »Si yo hubiera sido injusto con mis siervos,
14 ¿cómo podría presentarme ante Dios? ¿Qué podría responderle cuando me pida cuentas?
15 Porque fue Dios quien me hizo, y él es también el hacedor de mi siervo. A ambos nos creó él.