26 »Tan grande es Dios que ni siquiera hemos comenzado a conocerlo; nadie puede empezar a entender la eternidad.
27 hace subir el vapor de agua, y luego lo hace caer como lluvia
28 que los cielos derraman.
29 ¿Puede alguien realmente comprender cómo se esparcen las nubes y los truenos que ellas encierran?
30 Mira cómo ilumina con el relámpago en torno suyo y cubre la cima de los montes.
31 Mediante sus tremendos poderes en la naturaleza castiga o bendice a la gente, dándoles alimento en abundancia.
32 Se llena de rayos las manos, y lanza cada uno al punto que quiere. Sentimos su presencia en el trueno. Sirva esto de advertencia a todos los pecadores.