11 Luego recibí este mensaje del Señor:
12 «Diles a esos rebeldes de Israel: “¿No entienden lo que significa este enigma de las águilas? El rey de Babilonia vino a Jerusalén y se llevó al rey y a los príncipes a Babilonia.
13 Hizo un tratado con un miembro de la familia real y lo obligó a jurarle lealtad. También desterró a los líderes más influyentes de Israel,
14 para que Israel no se fortaleciera nuevamente y se rebelara. Solo si cumplía su tratado con Babilonia podría Israel sobrevivir.
15 »”Sin embargo, este israelita de la familia real se rebeló contra Babilonia y envió embajadores a Egipto para solicitar un gran ejército con muchos caballos. ¿Acaso podrá Israel dejar de cumplir los tratados que hizo bajo juramento sin que haya consecuencias?
16 ¡No! Porque tan cierto como que yo vivo, dice el Señor Soberano, el rey de Israel morirá en Babilonia: el territorio del rey que lo puso en el trono y con quien hizo un tratado que despreció y no cumplió.
17 Ni el faraón con su poderoso ejército podrá ayudar a Israel cuando el rey de Babilonia vuelva a sitiar a Jerusalén y mate a mucha gente.