1 El 14 de agosto, durante el séptimo año de cautividad del rey Joaquín, algunos de los líderes de Israel vinieron a pedir un mensaje del Señor. Se sentaron frente a mí en espera de su respuesta.
2 Entonces recibí el siguiente mensaje del Señor:
3 «Hijo de hombre, diles a los líderes de Israel: “Esto dice el Señor Soberano: ‘¿Cómo se atreven a venir a pedirme un mensaje? ¡Tan cierto como que yo vivo, dice el Señor Soberano, que no les diré nada!’”.
4 »Hijo de hombre, levanta cargos en contra de los líderes y condénalos. Hazles ver que los pecados de sus antepasados fueron realmente detestables.
5 Dales el siguiente mensaje de parte del Señor Soberano: “Cuando elegí a Israel —cuando me di a conocer a los descendientes de Jacob en Egipto—, hice un juramento solemne de que yo, el Señor, sería su Dios.