43 Recordarán todas las formas en que se contaminaron y se odiarán a sí mismos por el mal que hicieron.
44 Y sabrás, pueblo de Israel, que yo soy el Señor, cuando haya honrado mi nombre al tratarte con compasión, a pesar de tu perversidad. ¡Yo, el Señor Soberano, he hablado!”».
45 Después recibí este mensaje del Señor:
46 «Hijo de hombre, ponte de cara al sur y denuncia a esa región; profetiza contra los matorrales del Neguev.
47 Dile al desierto del sur: “Esto dice el Señor Soberano: ‘¡Oye la palabra del Señor! Te prenderé fuego y se quemará todo árbol, esté verde o seco. Las horrendas llamas no se extinguirán y arrasarán con todo, desde el sur hasta el norte.
48 Entonces el mundo entero verá que yo, el Señor, prendí este fuego, que no se apagará’”».
49 Entonces dije: «Oh Señor Soberano, ¡la gente anda diciendo de mí: “Él solo habla en enigmas!”».