13 »”Sin embargo, ahora yo bato las palmas con indignación por tus ganancias deshonestas y tu derramamiento de sangre.
14 ¿Qué tan fuerte y valiente serás en el día del juicio? Yo, el Señor, he hablado y cumpliré lo que he dicho.
15 Te esparciré por todas las naciones y te limpiaré de tu maldad;
16 y cuando sea deshonrado entre las naciones a causa de ti, sabrás que yo soy el Señor».
17 Luego recibí este mensaje del Señor:
18 «Hijo de hombre, los israelitas son la escoria inservible que queda después de fundir la plata. Son los desechos que sobran: una mezcla inútil de cobre, estaño, hierro y plomo.
19 Entonces diles: “Esto dice el Señor Soberano: ‘Dado que todos son escoria inservible, los traeré a mi crisol en Jerusalén.