21 Los reuniré y los soplaré con el fuego de mi enojo,
22 y se fundirán como la plata en el intenso calor. Entonces sabrán que yo, el Señor, he derramado mi furia sobre ustedes’”».
23 Nuevamente recibí un mensaje del Señor:
24 «Hijo de hombre, dale este mensaje al pueblo de Israel: “En el día de mi indignación, serás como tierra contaminada, una tierra sin lluvia.
25 Tus príncipes traman conspiraciones tal como los leones que acechan su presa. Devoran a los inocentes apoderándose de sus tesoros y quitándoles su riqueza mediante la extorsión; y dejan viudas a muchas mujeres del país.
26 Tus sacerdotes desobedecieron mis enseñanzas y profanaron mis objetos santos. No hacen ninguna diferencia entre lo que es santo y lo que no es, tampoco enseñan a mi pueblo la diferencia entre lo que es ceremonialmente puro o impuro. Desprecian mis días de descanso, de modo que soy deshonrado entre ellos.
27 Tus líderes son como lobos que despedazan a sus víctimas. ¡En realidad destruyen vidas a cambio de dinero!