1 «Vengan, volvámonos al Señor.Él nos despedazó,pero ahora nos sanará.Nos hirió,pero ahora vendará nuestras heridas.
2 Dentro de poco tiempo él nos restaurará,para que podamos vivir en su presencia.
3 ¡Oh, si conociéramos al Señor!Esforcémonos por conocerlo.Él nos responderá, tan cierto como viene el amanecero llegan las lluvias a comienzos de la primavera».
4 «Oh Israel y Judá,¿qué debo hacer con ustedes? —pregunta el Señor—.Pues su amor se desvanece como la niebla de la mañanay desaparece como el rocío a la luz del sol.
5 Envié mis profetas para destrozarlos,para aniquilarlos con mis palabras;con juicios tan inevitables como la luz.
6 Quiero que demuestren amor,no que ofrezcan sacrificios.Más que ofrendas quemadas,quiero que me conozcan.
7 Pero igual que Adán, ustedes rompieron mi pactoy traicionaron mi confianza.
8 »Galaad es una ciudad de pecadores,marcada con huellas de sangre.
9 Los sacerdotes forman bandas de asaltantesque esperan para emboscar a sus víctimas.Asesinan a los viajeros en el camino a Siquemy cometen toda clase de pecados.
10 Sí, he visto cosas horribles en Efraín e Israel:¡Mi pueblo se ha contaminado por prostituirse con otros dioses!
11 »Oh Judá, también a ti te espera una cosecha de castigo,a pesar de que yo deseaba volver el bienestar de mi pueblo.