11 Y dijo Jehová a Salomón: Por cuanto has hecho esto, y no has guardado mi convenio y mis estatutos que yo te mandé, arrancaré el reino de ti y lo entregaré a tu siervo.
12 Sin embargo, no lo haré en tus días, por amor a David, tu padre, sino que lo arrancaré de la mano de tu hijo.
13 Pero no arrancaré todo el reino, sino que le daré una tribu a tu hijo, por amor a David, mi siervo, y por amor a Jerusalén, la que yo he elegido.
14 Y Jehová levantó un adversario a Salomón: Hadad, el edomita, de sangre real, que estaba en Edom.
15 Sucedió que cuando David estaba en Edom, y subió Joab, el general del ejército, a enterrar los muertos, y mató a todos los hombres de Edom
16 (porque seis meses habitó allí Joab, y todo Israel, hasta que hubo acabado con todos los varones de Edom),
17 Hadad huyó, y con él algunos hombres edomitas de los siervos de su padre, y se fue a Egipto; era entonces Hadad un muchacho pequeño.