11 Ahora pues, mi padre os cargó con un pesado yugo, pero yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, pero yo os castigaré con escorpiones.
12 Y al tercer día vino Jeroboam con todo el pueblo a Roboam, según lo había mandado el rey, diciendo: Volved a mí al tercer día.
13 Y el rey respondió al pueblo duramente, desechando el consejo que los ancianos le habían dado,
14 y les habló conforme al consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre agravó vuestro yugo, pero yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, pero yo os castigaré con escorpiones.
15 Y no escuchó el rey al pueblo, porque era designio de Jehová para confirmar la palabra que Jehová había hablado por medio de Ahías, el silonita, a Jeroboam hijo de Nabat.
16 Y cuando todo Israel vio que el rey no les escuchaba, el pueblo respondió al rey, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros con David? No tenemos herencia en el hijo de Isaí. ¡Israel, a tus tiendas! ¡David, mira ahora por tu casa! Entonces Israel se fue a sus tiendas.
17 Pero reinó Roboam sobre los hijos de Israel que moraban en las ciudades de Judá.