25 Y aconteció que al quinto año del rey Roboam subió Sisac, rey de Egipto, contra Jerusalén.
26 Y tomó los tesoros de la casa de Jehová y los tesoros de la casa real, y lo saqueó todo; y también se llevó todos los escudos de oro que Salomón había hecho.
27 Y en lugar de ellos, el rey Roboam hizo escudos de bronce y se los entregó a los capitanes de la guardia, que custodiaban la puerta de la casa real.
28 Y cuando el rey entraba en la casa de Jehová, los de la guardia los llevaban, y después volvían a ponerlos en la cámara de la guardia.
29 Los demás hechos de Roboam y todas las cosas que hizo, ¿no están escritos en las crónicas de los reyes de Judá?
30 Y hubo guerra entre Roboam y Jeroboam todos los días de ellos.
31 Y durmió Roboam con sus padres y fue sepultado con sus padres en la ciudad de David. Y el nombre de su madre era Naama, la amonita. Y reinó en su lugar Abiam, su hijo.