18 Levántate, desciende a encontrarte con Acab, rey de Israel, que está en Samaria; he aquí, él está en la viña de Nabot, a la cual ha descendido para tomar posesión de ella.
19 Y le hablarás, diciendo: Así ha dicho Jehová: ¿No sólo has matado, sino que también has despojado? Y volverás a hablarle, diciendo: Así ha dicho Jehová: En el mismo lugar donde los perros lamieron la sangre de Nabot, los perros lamerán también tu sangre, tu misma sangre.
20 Y Acab dijo a Elías: ¿Me has hallado, enemigo mío? Y él respondió: Te he encontrado, porque te has vendido para hacer lo malo ante los ojos de Jehová.
21 He aquí, yo traeré el mal sobre ti, y barreré tu posteridad y talaré de Acab hasta el último varón, tanto al siervo como al libre, en Israel.
22 Y yo pondré tu casa como la casa de Jeroboam hijo de Nabat, y como la casa de Baasa hijo de Ahías, por la provocación con que me has provocado a ira, y por haber hecho pecar a Israel.
23 De Jezabel también ha hablado Jehová, diciendo: Los perros comerán a Jezabel junto al muro de Jezreel.
24 Al que de Acab muera en la ciudad, los perros lo comerán, y al que muera en el campo, lo comerán las aves del cielo.