29 Y dijo el rey de Israel a Josafat: Yo me disfrazaré para entrar en la batalla, pero tú vístete con tus ropas. Y se disfrazó el rey de Israel, y entraron en la batalla.
30 Y el rey de Siria había mandado a los capitanes de los carros que tenía consigo, diciendo: No peleéis con pequeño ni con grande, sino sólo con el rey de Israel.
31 Y sucedió que cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: Éste es el rey de Israel. Y lo rodearon para pelear; pero Josafat clamó y Jehová lo ayudó, y Dios los apartó de él.
32 Y aconteció que al ver los capitanes de los carros que no era el rey de Israel, dejaron de perseguirle.
33 Pero un hombre disparó el arco al azar e hirió al rey de Israel entre las junturas de la armadura. Él entonces dijo al que conducía el carro: Vuelve tu mano y sácame del campo, porque estoy mal herido.
34 Y arreció la batalla aquel día, y el rey de Israel se mantuvo en pie en el carro frente a los sirios hasta la tarde; y murió al ponerse el sol.