11 por lo cual Jehová trajo contra ellos a los jefes del ejército del rey de los asirios, los cuales capturaron a Manasés, y lo ataron con cadenas de bronce y lo llevaron a Babilonia.
12 Y cuando fue puesto en angustia, imploró a Jehová su Dios y se humilló grandemente en la presencia del Dios de sus padres.
13 Y cuando oró, Dios se conmovió y escuchó su súplica y lo llevó de nuevo a Jerusalén, a su reino. Entonces reconoció Manasés que Jehová era Dios.
14 Después de esto edificó el muro exterior de la ciudad de David, al occidente de Gihón, en el valle, a la entrada de la puerta del Pescado; y amuralló Ofel y elevó el muro muy alto; y puso capitanes del ejército en todas las ciudades fortificadas de Judá.
15 Asimismo quitó los dioses ajenos, y el ídolo de la casa de Jehová, y todos los altares que había edificado en el monte de la casa de Jehová y en Jerusalén, y los echó fuera de la ciudad.
16 Reparó luego el altar de Jehová y sacrificó sobre él ofrendas de paz y de gratitud; y mandó a Judá que sirviese a Jehová Dios de Israel.
17 Pero el pueblo aún sacrificaba en los lugares altos, aunque sólo a Jehová su Dios.