30 Y subió el rey a la casa de Jehová, y con él todos los hombres de Judá, y los moradores de Jerusalén, y los sacerdotes, y los levitas y todo el pueblo, desde el mayor hasta el menor; y leyó a oídos de ellos todas las palabras del libro del convenio que había sido hallado en la casa de Jehová.
31 Y el rey se puso de pie en su sitio e hizo convenio delante de Jehová de caminar en pos de Jehová y de guardar sus mandamientos, y sus testimonios y sus estatutos, con todo su corazón y con toda su alma, para poner por obra las palabras del convenio que estaban escritas en aquel libro.
32 E hizo que se comprometieran a ello todos los que se hallaban en Jerusalén y en Benjamín; y los moradores de Jerusalén hicieron conforme al convenio de Dios, el Dios de sus padres.
33 Y quitó Josías todas las abominaciones de todas las tierras de los hijos de Israel, e hizo que todos los que se hallaban en Israel sirviesen a Jehová su Dios. Y mientras él vivió, no se apartaron de ir en pos de Jehová, el Dios de sus padres.