19 No obstante, atiende a la oración de tu siervo, y a su ruego, oh Jehová Dios mío, para oír el clamor y la oración con que tu siervo ora delante de ti.
20 Que tus ojos estén abiertos sobre esta casa de día y de noche, sobre el lugar del cual dijiste: Mi nombre estará allí; escucha la oración con que tu siervo ora en este lugar.
21 Asimismo, escucha el ruego de tu siervo y de tu pueblo Israel cuando en este lugar hagan oración. Oye desde los cielos, desde el lugar de tu morada; oye y perdona.
22 Si alguno peca contra su prójimo, y éste le exige juramento haciéndole jurar, y él viene a jurar ante tu altar en esta casa,
23 entonces oye tú desde los cielos, y actúa y juzga a tus siervos, dando la paga al impío, haciendo recaer su proceder sobre su cabeza y justificando al justo al darle conforme a su justicia.
24 Si tu pueblo Israel es derrotado delante del enemigo por haber pecado contra ti, y se vuelven, y confiesan tu nombre y ruegan delante de ti en esta casa,
25 entonces oye desde los cielos, y perdona el pecado de tu pueblo Israel y hazlos volver a la tierra que diste a ellos y a sus padres.