21 Asimismo, escucha el ruego de tu siervo y de tu pueblo Israel cuando en este lugar hagan oración. Oye desde los cielos, desde el lugar de tu morada; oye y perdona.
22 Si alguno peca contra su prójimo, y éste le exige juramento haciéndole jurar, y él viene a jurar ante tu altar en esta casa,
23 entonces oye tú desde los cielos, y actúa y juzga a tus siervos, dando la paga al impío, haciendo recaer su proceder sobre su cabeza y justificando al justo al darle conforme a su justicia.
24 Si tu pueblo Israel es derrotado delante del enemigo por haber pecado contra ti, y se vuelven, y confiesan tu nombre y ruegan delante de ti en esta casa,
25 entonces oye desde los cielos, y perdona el pecado de tu pueblo Israel y hazlos volver a la tierra que diste a ellos y a sus padres.
26 Cuando los cielos se cierren y no haya lluvias por haber pecado ellos contra ti, si oran a ti en este lugar, y confiesan tu nombre y se vuelven de sus pecados cuando los aflijas,
27 entonces oye tú desde los cielos y perdona el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, y enséñales el buen camino para que anden en él y envía lluvia sobre tu tierra, la cual diste por heredad a tu pueblo.