31 para que te teman y anden en tus caminos todos los días que vivan sobre la faz de la tierra que tú diste a nuestros padres.
32 Y también al extranjero que no sea de tu pueblo Israel, que haya venido de lejanas tierras a causa de tu gran nombre, y de tu mano poderosa, y de tu brazo extendido, si viene y ora en esta casa,
33 entonces oye tú desde los cielos, desde el lugar de tu morada, y haz conforme a todas las cosas por las cuales haya clamado a ti el extranjero, para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre, y te teman como tu pueblo Israel, y sepan que esta casa que yo he edificado es llamada por tu nombre.
34 Si tu pueblo sale a la guerra contra sus enemigos por el camino que tú los envíes, y oran a ti hacia esta ciudad que tú elegiste, hacia la casa que he edificado a tu nombre,
35 entonces oye desde los cielos su oración y su ruego, y ampara su causa.
36 Si pecan contra ti (pues no hay hombre que no peque), y te enojas contra ellos, y los entregas delante de sus enemigos, para que los que los tomen los lleven cautivos a tierra de enemigos, lejos o cerca,
37 y ellos vuelven su corazón en la tierra adonde fueron llevados cautivos; y si se vuelven y oran a ti en la tierra de su cautividad, y dicen: Hemos pecado, hemos hecho inicuamente, impíamente hemos actuado;