9 ¿Por qué, pues, tuviste en poco la palabra de Jehová, haciendo lo malo delante de sus ojos? A Urías, el heteo, heriste a espada, y tomaste por esposa a su esposa, y a él lo mataste con la espada de los hijos de Amón.
10 Por lo cual ahora la espada no se apartará jamás de tu casa, por cuanto me menospreciaste y tomaste la esposa de Urías, el heteo, para que fuese tu esposa.
11 Así ha dicho Jehová: He aquí, yo haré levantar el mal sobre ti de tu misma casa, y tomaré tus esposas delante de tus ojos y las daré a tu prójimo, el que yacerá con tus esposas a la vista del sol.
12 Porque tú lo hiciste en secreto, pero yo haré esto delante de todo Israel y a pleno sol.
13 Entonces dijo David a Natán: Pequé contra Jehová. Y Natán dijo a David: También Jehová ha remitido tu pecado; no morirás.
14 Mas por cuanto con este asunto hiciste blasfemar a los enemigos de Jehová, el hijo que te ha nacido ciertamente morirá.
15 Y Natán se volvió a su casa. Y Jehová hirió al niño que la esposa de Urías había dado a luz a David, y enfermó gravemente.