9 He aquí, él estará ahora escondido en alguna cueva o en otro lugar; y acontecerá que si al principio caen algunos de los tuyos, cualquiera que lo oiga dirá: Ha habido una matanza entre el pueblo que sigue a Absalón.
10 Y aun el hombre valiente, cuyo corazón sea como corazón de león, sin duda desmayará, porque todo Israel sabe que tu padre es hombre valiente y que los que están con él son valientes.
11 Aconsejo, pues, que todo Israel se reúna contigo, desde Dan hasta Beerseba, en multitud como la arena que está a la orilla del mar, y que tú en persona vayas a la batalla.
12 Entonces le acometeremos en cualquier lugar donde se halle, y caeremos sobre él como cae el rocío sobre la tierra, y ni a él ni a ninguno de los que están con él dejaremos con vida.
13 Y si se refugia en alguna ciudad, todos los de Israel llevarán sogas a aquella ciudad, y la arrastraremos hasta el arroyo, hasta que no se encuentre allí ni una piedra.
14 Entonces Absalón y todos los hombres de Israel dijeron: El consejo de Husai, el arquita, es mejor que el consejo de Ahitofel. Porque Jehová había ordenado que el acertado consejo de Ahitofel se frustrara, para que Jehová hiciese venir el mal sobre Absalón.
15 Dijo luego Husai a los sacerdotes Sadoc y Abiatar: Así y así aconsejó Ahitofel a Absalón y a los ancianos de Israel; y de esta manera aconsejé yo.