27 Y él ha calumniado a tu siervo delante de mi señor el rey, pero mi señor el rey es como un ángel de Dios; haz, pues, lo que bien te parezca.
28 Porque toda la casa de mi padre era digna de muerte delante de mi señor el rey, y tú pusiste a tu siervo entre los convidados a tu mesa. ¿Qué derecho, pues, tengo aún para quejarme más al rey?
29 Y el rey le dijo: ¿Para qué hablar más de tus asuntos? Yo he determinado que tú y Siba os repartáis las tierras.
30 Y Mefi-boset dijo al rey: Deja que él las tome todas, puesto que mi señor el rey ha vuelto en paz a su casa.
31 También Barzilai, el galaadita, descendió de Rogelim, y pasó el Jordán con el rey, para acompañarle al otro lado del Jordán.
32 Y era Barzilai muy anciano, de ochenta años, el cual había dado provisiones al rey cuando estaba en Mahanaim, porque era un hombre potentado.
33 Y el rey dijo a Barzilai: Cruza conmigo y yo te sustentaré junto a mí en Jerusalén.