13 Vino, pues, Gad a David, y se lo hizo saber y le dijo: ¿Quieres que te vengan siete años de hambre en tu tierra? ¿O que huyas tres meses delante de tus enemigos y que ellos te persigan? ¿O que tres días haya peste en tu tierra? Piensa ahora, y mira qué responderé al que me ha enviado.
14 Entonces David dijo a Gad: Estoy en gran angustia; es preferible caer ahora en manos de Jehová, porque sus misericordias son muchas, a caer yo en manos de hombres.
15 Y envió Jehová la peste sobre Israel desde la mañana hasta el tiempo señalado; y murieron setenta mil hombres del pueblo, desde Dan hasta Beerseba.
16 Y cuando el ángel extendió su mano sobre Jerusalén para destruirla, Jehová se arrepintió de aquel mal y dijo al ángel que destruía al pueblo: Basta ahora; detén tu mano. Y el ángel de Jehová estaba junto a la era de Arauna, el jebuseo.
17 Y David dijo a Jehová, cuando vio al ángel que hería al pueblo: Yo pequé; yo hice lo malo. ¿Qué han hecho estas ovejas? Te ruego que tu mano se vuelva contra mí y contra la casa de mi padre.
18 Y Gad vino a David aquel día y le dijo: Sube y levanta un altar a Jehová en la era de Arauna, el jebuseo.
19 Y subió David, conforme al dicho de Gad, según lo había mandado Jehová.