25 Tú conoces a Abner hijo de Ner. No ha venido sino para engañarte, y para enterarse de tus salidas y de tus entradas, y para saber todo lo que tú haces.
26 Y saliendo Joab de donde estaba David, envió mensajeros tras Abner, y le hicieron volver desde el pozo de Sira, sin que David lo supiera.
27 Y cuando Abner volvió a Hebrón, Joab lo llevó aparte en medio de la puerta, para hablarle en privado; y allí, a causa de la sangre de su hermano Asael, le hirió a la altura de la quinta costilla, y murió.
28 Y cuando David supo esto, dijo: Inocente soy yo y mi reino ante Jehová, para siempre, de la sangre de Abner hijo de Ner,
29 caiga ésta sobre la cabeza de Joab y sobre toda la casa de su padre; que nunca falte en la casa de Joab quien padezca flujo, ni leproso, ni quien ande con bastón, ni quien muera a espada ni quien tenga falta de pan.
30 Joab, pues, y su hermano Abisai mataron a Abner, porque él había dado muerte a Asael, hermano de ellos, en la batalla de Gabaón.
31 Entonces David dijo a Joab y a todo el pueblo que con él estaba: Rasgad vuestros vestidos, y ceñíos de cilicio y haced duelo delante de Abner. Y el rey David iba detrás del féretro.