5 Los hijos, pues, de Rimón, el beerotita, Recab y Baana, en el mayor calor del día, fueron y entraron en casa de Is-boset, quien estaba durmiendo la siesta.
6 Y he aquí que entraron ellos en medio de la casa como si fuesen mercaderes de grano, y le hirieron en la quinta costilla. Y luego Recab y su hermano Baana escaparon.
7 Pues cuando entraron en la casa, Is-boset dormía sobre su lecho en su cámara de dormir; y lo hirieron y lo mataron, y le cortaron la cabeza; y tomándola, caminaron toda la noche por el camino de la llanura.
8 Y llevaron la cabeza de Is-boset a David, en Hebrón, y dijeron al rey: He aquí la cabeza de Is-boset hijo de Saúl, tu enemigo, que procuraba matarte; y Jehová ha vengado hoy a mi señor el rey de Saúl y de sus descendientes.
9 Y David respondió a Recab y a su hermano Baana, hijos de Rimón, el beerotita, y les dijo: Vive Jehová que ha redimido mi alma de toda angustia,
10 que cuando uno me dio nuevas, diciendo: He aquí, Saúl ha muerto, imaginándose que traía buenas nuevas, yo lo prendí y le maté en Siclag, en pago de la nueva.
11 ¿Cuánto más a los hombres malos que mataron a un hombre justo en su casa y sobre su cama? Ahora, pues, ¿no he de demandar yo su sangre de vuestras manos y quitaros de la tierra?