3 Y pusieron el arca de Dios sobre un carro nuevo y la llevaron de la casa de Abinadab, que estaba en la colina; y Uza y Ahío, hijos de Abinadab, guiaban el carro nuevo.
4 Y cuando lo llevaban de la casa de Abinadab, que estaba en la colina, con el arca de Dios, Ahío iba delante del arca.
5 Y David y toda la casa de Israel danzaban delante de Jehová con toda clase de instrumentos de madera de haya, con arpas, salterios, panderos, flautas y címbalos.
6 Y cuando llegaron a la era de Nacón, Uza extendió su mano al arca de Dios y la sostuvo, porque los bueyes tropezaban.
7 Y el furor de Jehová se encendió contra Uza, y allí mismo lo hirió Dios por ese yerro, y cayó allí muerto junto al arca de Dios.
8 Y se entristeció David por haber herido Jehová a Uza, y fue llamado aquel lugar Pérez-uza, hasta hoy.
9 Y temiendo David a Jehová aquel día, dijo: ¿Cómo ha de venir a mí el arca de Jehová?