23 Ninguno vio a su prójimo, ni nadie se levantó de su lugar en tres días; mas todos los hijos de Israel tenían luz en sus habitaciones.
24 Entonces Faraón hizo llamar a Moisés y dijo: Id, servid a Jehová; solamente queden vuestras ovejas y vuestras vacas; vayan también vuestros niños con vosotros.
25 Y Moisés respondió: Tú también nos entregarás sacrificios y holocaustos para que ofrezcamos sacrificios a Jehová, nuestro Dios.
26 Nuestros ganados irán también con nosotros; no quedará ni una pezuña, porque de ellos hemos de tomar para servir a Jehová, nuestro Dios; y no sabemos con qué hemos de servir a Jehová, hasta que lleguemos allá.
27 Mas Jehová endureció el corazón de Faraón, y éste no quiso dejarlos ir.
28 Y le dijo Faraón: Retírate de mí. Guárdate de volver a ver mi rostro, porque el día en que veas mi rostro, morirás.
29 Y Moisés respondió: Bien has dicho; no veré más tu rostro.