17 Y luego que Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca, porque dijo Dios: No sea que se arrepienta el pueblo cuando vea la guerra y se vuelva a Egipto.
18 Mas hizo Dios que el pueblo diera un rodeo por el camino del desierto del Mar Rojo. Y subieron los hijos de Israel de Egipto armados.
19 Tomó también consigo Moisés los huesos de José, el que había hecho jurar a los hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente os visitará, y haréis subir mis huesos de aquí con vosotros.
20 Y partieron de Sucot y acamparon en Etam, a la entrada del desierto.
21 Y Jehová iba delante de ellos, de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarlos, a fin de que anduviesen de día y de noche.
22 Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego.