13 Y aconteció que al día siguiente se sentó Moisés a juzgar al pueblo; y el pueblo estuvo delante de Moisés desde la mañana hasta el atardecer.
14 Y viendo el suegro de Moisés todo lo que él hacía con el pueblo, dijo: ¿Qué es esto que haces tú con el pueblo? ¿Por qué te sientas tú solo, y todo el pueblo está delante de ti desde la mañana hasta el atardecer?
15 Y Moisés respondió a su suegro: Porque el pueblo viene a mí para consultar a Dios.
16 Cuando tienen asuntos, vienen a mí; y yo juzgo entre el uno y el otro, y les declaro los estatutos de Dios y sus leyes.
17 Entonces el suegro de Moisés le dijo: Lo que haces no está bien.
18 Desfallecerás del todo, tú, y también este pueblo que está contigo, porque la tarea es demasiado pesada para ti; no podrás hacerlo tú solo.
19 Oye ahora mi voz; yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Representa tú al pueblo delante de Dios, y somete los asuntos a Dios.